La neblina alrededor del centro de la Vía Láctea puede ser la primera evidencia directa de este fenómeno
Día 05/09/2012 - 09.49h
Un grupo de investigadores daneses ha captado por primera vez un extraño tipo de radiación que parece proceder del centro de nuestra galaxia y que forma una especie de niebla a su alrededor. Y han llegado a la conclusión de que dicha radiación emana directamente de la materia oscura.
Si tienen razón, sería la primera prueba «física» que tenemos de su
existencia. El estudio, que aparecerá próximamente en la revista Astronomy and Astrophysics, puede consultarse en ArXiv.
El Universo contiene una enorme cantidad de materia oscura, invisible para cualquiera de nuestros instrumentos. Sólo sabemos de su existencia por la acción gravitatoria
que ejerce sobre la materia «normal», la que sí podemos ver y de la que
están hechas todas las galaxias, las estrellas y los planetas. Se ha
calculado que, mientras que la materia ordinaria solo da cuenta de un 4% de la masa del Universo,
la materia oscura supone seis veces más, un 23% del total. Se cree que
el restante 73% está constituido por una aún más misteriosa «energía oscura», que muchos consideran responsable de que el Universo esté acelerando su expansión.
Sabemos
que esta misteriosa sustancia llena los vacíos que hay entre las
galaxias y, dentro de ellas, el espacio que hay entre las estrellas.
Desde que su existencia fue postulada, hace ya más de setenta años, varias generaciones de científicos han intentado detectarla,
incluso capturar alguna de las partículas de las que se supone que está
formada. Pero todo ha resultado inútil. Ahora, y gracias al trabajo de
un grupo de investigadores del Instituto Niels Bohr, de la universidad danesa de Copenhagen, la Ciencia está más cerca que nunca de lograr ese ambicioso objetivo.
Utilizando el satélite europeo Planck,
los investigadores han logrado detectar, por primera vez, un extraño
flujo de radiación procedente del corazón mismo de la Vía Láctea,
nuestra galaxia. Y están convencidos de que esa radiación emana
directamente de la materia oscura.
Lanzado
en 2009, el satélite Planck es un instrumento extremadamente sensible y
capaz de hacer un mapa de todo el cielo visible en el rango de la radiación de microondas.
Tras largos meses de trabajo, los investigadores lograron caracterizar
con todo detalle la inusual radiación, y descubrieron además que ésta
forma una misteriosa neblina que rodea por completo el centro galáctico. Algo que, según ellos, no puede proceder de la materia «normal», la que forma todas las estrellas y galaxias que podemos ver.
«La
radiación —explica Pavel Naselsky, del Instituto Niels Bohr— no puede
ser explicada a partir de los mecanismos estructurales de la galaxia, y
no puede proceder de la explosión de supernovas. Creemos que podría ser
una prueba directa de la existencia de la materia oscura. Por otro lado, hemos descubierto un mecanismo absolutamente nuevo y desconocido para la Física para explicar la aceleración de partículas en el centro de la galaxia».
Las primeras evidencias de esta «neblina galáctica» fue atisbada en 2004 por la sonda de la NASA WMAP (Wilkinson Microwave Anisotropy Probe), pero desde entonces numerosos investigadores han intentado explicarla sin éxito.
En
el nuevo estudio, los científicos del Instituto Niels Bohr usaron los
datos previamente recolectados por el WMAP y el propio Planck para
estudiar la neblina en el rango de las microondas. Y determinaron que
tiene mucho en común con la radiación sincrotón,
que se produce cuando electrones y positrones (el positrón es la
antipartícula del electrón, su "espejo" de antimateria) salen disparados
a velocidades relativistas (una fracción apreciable de la velocidad de
la luz) a través de los campos magnéticos del centro de nuestra galaxia.
Si la interpretación es correcta, la niebla podría ser una manifestación directa de la materia oscura,
cuya presencia parece ser más densa precisamente en el centro de las
galaxias. Una de las teorías más aceptadas sobre la materia oscura
sostiene que está hecha de WIMPs (partículas masivas de interacción debil), una extraña y desconocida familia de partículas que serían, a la vez, materia y antimateria.
Cuando dos WIMPs se encuentran, se aniquilarían mutuamente, lo mismo
que sucede cuando una partícula ordinaria se encuentra con una
antipartícula (hecha de antimateria).
«La teoría nos dice que la concentración de partículas de materia oscura
alrededor de los centros galácticos es muy alta» —afirma Naselsky— «y
tenemos argumentos muy sólidos para creer que en esas circunstancias se
producen numerosas colisiones, y que como fruto de esas colisiones se
forman electrones y positrones».
Según
el científico, «estos electrones y positrones empiezan después a girar
alrededor del campo magnético del centro de la galaxia y al hacerlo
producen una radiación sincrotón muy poco habitual».
Lo
cual significa que los investigadores podrían haber sido testigos de la
radiación de microondas que se libera como consecuencia de la aniquilación de las partículas de materia oscura. El hallazgo parece confirmarse, también, con los datos de recientes observaciones llevadas a cabo con el Telescopio de rayos gamma Fermi (publicado por ABC el pasado 30 de mayo)
y que detectaron unas enormes "burbujas" de luz gamma emanando desde el
centro de la Vía Láctea. Un brillo que también podría deberse a la
aniquilación de materia oscura.