jueves, 15 de mayo de 2014

El telescopio Planck registra la huella magnética de nuestra galaxia



La luz es una forma de energía muy familiar, pero alguna de sus propiedades permanecen ocultas para el ojo humano. Una de ellas –la polarización– almacena información sobre lo que ocurrió a lo largo de la trayectoria de un rayo de luz. Esta nueva imagen del observatorio espacial Planck de la ESA ha sido confeccionada a partir de las primeras observaciones a cielo completo de la luz polarizada emitida por el polvo interestelar de la Vía Láctea. 
Al estudiar esta propiedad de su radiación, los astrónomos pueden deducir los procesos físicos que provocaron la polarización. El estudio de la polarización es muy útil, entre otras cosas, para revelar la existencia y las propiedades de los campos magnéticos que el rayo de luz ha atravesado a lo largo de su trayectoria. Este nuevo mapa fue confeccionado a partir de los datos recogidos por unos detectores del observatorio espacial Planck que actúan de forma similar a las gafas de sol polarizadas. Los remolinos, bucles y arcos bosquejan la estructura del campo magnético de la Vía Láctea. 

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