sábado, 11 de noviembre de 2017

El 'cazador' de planetas Sasselov: "Es muy posible que en otros mundos haya vida como la de la Tierra"


El astrofísico Dimitar Sasselov posa durante la entrevista en Madrid SERGIO GONZÁLEZ VALERO
Este 'cazador' de planetas está detrás de misiones de las misiones de la NASA que buscan mundos fuera del Sistema Solar
De pequeños, muchos de nosotros aprendimos que había nueve planetas y que la Tierra era uno de ellos (a Plutón acabaron expulsándolo de la lista en 2006). Pero nada más lejos de la realidad. La creencia de que el Sistema Solar era algo único en nuestra galaxia saltó por los aires hace poco más de 20 años. El descubrimiento de miles de mundos fuera del Sistema Solar (exoplanetas) ha puesto de manifiesto que no somos tan especiales como pensábamos y ha abierto la puerta a que exista vida en planetas parecidos al nuestro, aunque estén muy lejos de la Tierra.
Sabemos que existen gracias a los telescopios, a las naves espaciales y a científicos como Dimitar Sasselov (Nessebar, Bulgaria, 1961), que se dedica a idear esas misiones de exploración y a interpretar los datos que mandan. Este investigador de la Universidad de Harvard está dedicado a descubrir nuevos mundos desde que nació este campo, del que habla con un entusiasmo contagioso. Como relata durante una entrevista con EL MUNDO, el hallazgo de los primeros exoplanetas corrió a cargo de un equipo que estudiaba estrellas en su misma comunidad científica: "No eran científicos planetarios", explica.
Fundador de la Iniciativa Orígenes de la Vida, un programa de Harvard en el que participan biólogos, astrónomos y químicos, el cazaplanetas Sasselov visitó recientemente Madrid para explicar los progresos que están haciendo en una conferencia del ciclo La ciencia del cosmos, la ciencia en el cosmos, de la Fundación BBVA.


El astrónomo búlgaro ha tenido un papel importante en la misión Kepler, una nave de la NASA lanzada en 2009 y diseñada específicamente para buscar exoplanetas (ha descubierto más de 2.300, de los que una treintena tienen un tamaño parecido a la Tierra y están en la zona habitable de su estrella).
Ahora está centrado en su sucesora, TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite), una sonda que será lanzada en junio de 2018 y que espiará a 200.000 estrellas para descubrir los planetas que las orbitan. "Kepler descubrió algunos planetas que estaban en la zona habitable y que orbitan estrellas como el Sol, pero están demasiado lejos. El más cercano y prometedor está a 1.400 años luz. Cuando hicimos la propuesta para Kepler, no sabíamos cuántos mundos había y queríamos tener datos estadísticos. Ahora, TESS va a observar las estrellas más cercanas para descubrir los planetas más próximos y que podamos elegir los mejores candidatos para estudiarlos con el futuro telescopio espacial James Webb y el telescopio terrestre ELT", detalla.
La sonda Kepler fue lanzada en 2009 y su misión, que iba a durar tres años y medio, concluyó oficialmente el pasado verano, aunque en los últimos años funcionó de forma limitada tras las averías que sufrió en órbita. Y es que, aunque la misión fue prorrogada en 2012, el fallo de dos sus cuatro ruedas (que le permiten apuntar con precisión a distintas direcciones del cielo) abortó los nuevos planes.


"Nos decepcionó mucho porque acabábamos de conseguir que la NASA extendiera la misión varios años, lo que hubiera sido muy bueno para conseguir una estadística y descubrir más planetas interesantes. Pero se rompió. Sin embargo, debo decir que ahora que ya lo hemos superado, estamos muy emocionados con los nuevos telescopios. Ahora podemos estudiar las atmósferas de esos planetas descubiertos y ver si hay vida, y eso es mucho más emocionante. Kepler fue una misión muy exitosa e hizo posible TESS, pero ahora hay que seguir adelante".
El astrónomo está impaciente por saber más sobre Próxima b (el exoplaneta más cercano, que orbita la estrella Próxima Centauri) y el sistema de la estrella Trappist-1, que alberga siete planetas a 40 años luz, algunos de los cuales creen que son parecidos a la Tierra.

La vida que entendemos



Sasselov ve muy posible que haya más planetas en ambos sistemas, aunque cree que los descubiertos son los más interesantes porque son más parecidos a la Tierra. "Si hubiera planetas más lejos serían demasiado fríos, como Júpiter y Saturno". Si lo que queremos es encontrar vida, sostiene, "desde el punto de vista práctico es más fácil ir a los sitios que entendemos, a planetas en los que pueda haber vida como la que hay en la Tierra. No tenemos una definición de vida general porque sólo conocemos la de nuestro planeta".
"Aunque las estrellas que orbitan son enanas rojas, diferentes a nuestro sol, son los primeros planetas como la Tierra que estudiaremos y en los que buscaremos vida. Y eso es muy emocionante", señala. En su opinión, es "muy probable que la haya porque que si la vida es una química que emerge cuando las condiciones son adecuadas, no importa mucho el tipo de estrella". El astro, argumenta, siempre da calor y luz.
¿Cómo sería? "Creo que si tienen vida sería más o menos como la conocemos en la Tierra desde el punto de vista químico, aunque la luz de esos planetas sería más roja y al estar más cerca, estarían más expuestos a las llamaradas de su estrella, algo que no debería afectar a la atmósfera, pero aún no sabemos si afectaría a las plantas o a los animales".


Marte como laboratorio

¿Y en Marte? ¿Podría haber vida allí? "La probabilidad de que haya vida en la actualidad es baja, pero no es cero. Respaldo mucho la búsqueda de vida allí", señala. "Además, estudiar Marte es muy interesante porque no tiene placas tectónicas y la historia geológica completa se ha preservado, a diferencia de lo que ha ocurrido en la Tierra, cuya corteza se está reciclando constantemente por la actividad sísmica y sólo han sobrevivido rocas muy antiguas en Groenlandia o Australia. Es muy posible que el sistema químico que dio origen a la vida empezara hace 4.200 o 4.100 millones de años, pero no tenemos pruebas que lo demuestren pues las más antiguas tienen unos 3.800 millones de años de antigüedad". Aunque resulté irónico, añade, "es más fácil ver cómo era la Tierra en el pasado viendo cómo es Marte".

Las lunas heladas

Pero el planeta rojo no es el único sitio del Sistema Solar en el que podría haber vida: "Encélado (una luna de Saturno) tiene géiseres y un océano subterráneo cubierto por hielo. Hay gas hidrógeno, que en la Tierra es muy bueno para la vida porque es un buen alimento para microbios. Existe un gran interés por tomar muestra del agua que sale del océano subterráneo en Encélado", explica.
También interesa Europa, la luna de Júpiter: "Tiene una estructura similar a la de Encélado, con un océano subterráneo y una corteza de hielo, pero parece que no tiene tanta actividad y será más difícil de estudiar. Habría que aterrizar en su superficie y perforarla para tomar muestras del océano. En Encélado el agua sale directamente así que sería muy fácil conseguir muestras".
Por ello, "en la comunidad científica hay discusión sobre qué lugar es mejor enviar una misión, Europa está más cerca, pero por otro lado la misión a Encélado es más fácil", explica. En cualquier caso, no se hará de la noche a la mañana: "Tardaremos por lo menos 15 años en prepararla", calcula.

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